El viaje en tren representa para muchos una experiencia única que lamentablemente ha ido desapareciendo en nuestro país. Junto con la nostalgia propia de los viajes de antaño, se recuerda el paisaje pintoresco de trenes que no se destacaban por su gran velocidad, aunque en sus inicios el tren siempre buscó reducir los tiempos de traslado de carga y personas, en otras palabras, acercar lugares. El tren más lento del mundo (1,4 Km/h) es un proyecto que genera en la ironía una excusa para poner en primer lugar la experiencia del viaje (la demora) más que el ahorro de tiempo, alterando el punto de vista del observador, haciendo aparecer nuevos paisajes en el recorrido.








